Para recordarle a los demás distritos que el Capitolio era el que tenía el poder y qué les pasaba a los que los desobedecían se realizaban anualmente los Juegos del Hambre.
En los Juegos del Hambre cada distrito presentaba dos tributos, un chico y una chica entre 12 y 18 años, apenas niños. Estos 24 tributos eran encerrados en un arena de juego, una especia de mundial olímpico, el evento era transmitido a todo el país y en este se mostraba las adversidades que enfrentaban los tributos, hambre, frío, enfermedades. Entre los 24 tributos entrantes sólo salía uno vivo.
Año tras año el Capitolio mataba a 23 niños y dejaba a todos los distritos vivir en la pura miseria. Hasta que un día dos tributos del pobre distrito 12, Katniss Everdeen y Peeta Mellark, fueron enviados a los 74° Juegos del Hambre.
Se convirtieron en celebridades, ya que Peeta confesó estar completamente enamorado de Katniss, la chica en llamas. El país completo se conmovió con el chico del pan y su amor insuperable por la chica del 12. Al final de sus juegos, Katniss desafió al Capitolio logrando así que ella y Peeta lograran salir vivos de la arena. Esto la transformó en la cara de la rebelión en contra del Capitolio. Los distritos la veían como el Sinsajo y día a día Katniss se ponía más en peligro por liderar la rebelión.
Se formó una guerra entre los rebeldes y el Capitolio, de la cual sólo resultaron muertes inocentes y destrucción absoluta. Se eligió un nuevo presidente y Panem vive con la esperanza de que esta tregua dure por el resto de la eternidad.
Con la chica en llamas, alias un Sinsajo y el chico del pan, Peeta Mellark.
De mis historias favoritas, Llenas de aprovechamientos, corrupción, sufrimiento y ENSEÑANZA.